Un gasfitero en Huancayo empieza por escuchar y observar: ruidos en tuberías, baja presión, manchas de humedad. Con esos indicios realiza un diagnóstico ordenado: revisa la red, ubica puntos críticos, confirma el estado de válvulas y conexiones, y, si es necesario, aplica pruebas de presión y estanqueidad para descartar microfugas. Cuando el caso lo amerita, incorpora tecnología que marca la diferencia: geófono acústico para localizar fugas sin romper de más, cámara de inspección para “ver” dentro de la tubería en atoros complejos y manómetros o bombas de prueba para validar que el sistema quede trabajando dentro de los rangos correctos. 

También, realiza desatoros de tuberías en lavaderos, inodoros y líneas principales, priorizando procedimientos que eviten demoliciones innecesarias.

Si un tramo está deteriorado, recomienda sustitución de piezas y uniones; si el problema es de funcionamiento, ajusta flotadores, válvulas o bombas de agua y presurizadores.

También ejecuta instalaciones y mejoras: sanitarios y griferías, termas o calentadores (en coordinación con electricidad o gas), tanques y cisternas, siempre con sellos y uniones adecuadas.

Para la calidad del agua, programa limpieza y desinfección de tanques, propone mantenimientos preventivos y te enseña hábitos que evitan sarro, malos olores y retornos del problema.